Coronavirus: el Gobierno prometió a las clínicas trabajar “en conjunto” cuando llegue el pico de la pandemia

Luego de una jornada de marchas y contramarchas, en la que recibió duras críticas de las empresas del sector, el gobierno de Alberto Fernández le bajó el tono y congeló la redacción de un decreto de necesidad y urgencia (DNU) para declarar de interés público todos los recursos sanitarios del país en el combate al coronavirus, anunciado ayer por el ministro de Salud, Ginés González García.

A diferencia de lo ocurrido ayer en el Congreso, cuando dio prácticamente por hecho la firma de un decreto para centralizar en manos del Estado todos los recursos sanitarios –incluidos la medicina prepaga, las clínicas y los hospitales de diferentes sectores que componen el sistema médico privado del país–, González García se mostró dispuesto a consensuar un trabajo en conjunto sin necesidad de una herramienta legal como un DNU.

Así quedó evidenciado en el comunicado que el Ministerio de Salud dio a conocer luego de la reunión, donde se afirma que “las autoridades nacionales se comprometieron a trabajar en conjunto algún instrumento a definir que declarará a todo el sistema de salud con fines públicos”.

En otras palabras, el punto de llegada sigue siendo el mismo: declarar de interés público el sistema sanitario para coordinar acciones y recursos con mayor eficiencia cuando llegue el pico de la pandemia. Lo que cambió fueron las formas: que el “instrumento” será fruto de “un trabajo en conjunto” con los privados y que no necesariamente se tratará de un DNU.

Los empresarios le agradecieron el gesto. Horas después de la reunión, Claudio Belocopitt, titular de la Unión Argentina de Entidades de Salud (UAS), que reúne a las mayores entidades del sector, expresó en un comunicado: “La Unión Argentina de Entidades de Salud valora el encuentro mantenido con el ministro de Salud, en la que se estableció la necesidad de articulares esfuerzos en beneficio de todos los argentinos en momentos de enfrentar la crisis del coronavirus en el país”.

“El ministro nos ha manifestado que nunca estuvo en estudio la apropiación de los establecimientos privados, ni la distribución de pacientes. El funcionario reafirmó que solo desea que el Ministerio ejerza el poder de rectoría para coordinar — por jurisdicción– los recursos disponibles”, afirmó Gabriel Barbagallo, secretario de la UAS.

Consultas

En la reunión, llevada adelante en la sede del Ministerio de Salud, y que duró aproximadamente una hora, el ministro de Salud les aseguró a los principales representantes del sector de medicina privada que intentará no intervenir la actividad a partir de un decreto, como él mismo había sostenido ayer en una conferencia virtual de la comisión de Salud de la Cámara de Diputados. Reconoció que no es “el único” que opina sobre el tema, por lo que no podría asegurar, que el DNU no terminara saliendo. De todas formas, en caso de necesitarlo, les prometió a los asistentes que los consultará para evitar mayores conflictos.

Del encuentro participaron José Sánchez, de la Federación de Cámaras de Emergencias Médicas (representa a las ambulancias y los servicios de traslado); Miguel Troisi, presidente de Faosdir (representa a obras sociales de dirección de empresa, como OSDE); y representantes de Acami (entidades sin fines de lucro); Adem (Asociación de Empresas de Medicina Prepaga), de obras sociales nacionales (por ejemplo, UPCN, dueño del Sanatorio Anchorena) y Jorge Cherro, de Adecra.

“No habrá decreto. Será solo un ámbito de coordinación de lo público y privado frente a la epidemia”, reprodujeron fuentes oficiales y de las empresas, al tanto de las conversaciones.

Más allá de la falta de definiciones, los empresarios y representantes de la salud en general se retiraron del encuentro con un grado menor de preocupación en comparación con el que habían llegado.

Todo comenzó en la tarde del miércoles, cuando González García aseguró que el presidente Alberto Fernández firmaría un decreto que dispondría la centralización en el Estado de todas las camas de las clínicas, públicas y privadas.

En la reunión de ayer, sin embargo, el ministro sostuvo que no necesitaba un decreto si tomaba en cuenta el poder de rectoría de su cartera y, al mismo tiempo, había amplia disposición del sector privado para coordinar el trabajo.

Si bien defendieron en general la idea de “centralizar” en el Estado el control del sistema médico estatal y privado, en el Gobierno insisten en que González García “se cortó solo” al hablar del DNU en la reunión virtual de la comisión de Salud. Reconocían que, durante la mañana, recibieron numerosos llamados de empresarios de la medicina privada que se quejaban por el proyecto. Y esgrimían que el “mejor de los acuerdos” consistía en consensuar con el sector privado un acuerdo de “coordinación” entre el sector público y el privado para atender eventuales emergencias en el sistema sanitario. Por eso, en la Casa Rosada respiraron con la decisión de, al menos, retrasar la formulación de un decreto, del que incluso circularon varios borradores, que estipulaban la intervención del Estado en el sector privado de la medicina. Los textos extraoficiales tenían diferencias entre sí, pero todos coincidían en proponer la administración centralizada de las camas.

“Alberto lo quiere mucho a Ginés, y lo banca. Pero a veces se manda solo y después hay que corregirlo”, expresaron desde Balcarce 50. No es la primera vez que el ministro de Salud es desmentido por voceros oficiales. En especial, en relación con el coronavirus, al que a principios de febrero le restó importancia. “Me preguntan por coronavirus y yo tengo que reconocer que hoy en Argentina me preocupa más el dengue que el coronavirus”, sostuvo entonces. “Hay una muy baja probabilidad que llegue al país el coronavirus, es un virus circunscripto a China, que hizo cosas excepcionales, como tener en cuarentena a 50 millones de personas”, agregó. Tres semanas después, el primer caso de coronavirus llegaba al país, y obligaba a cambiar todos los planes.

Por: Jaime Rosemberg y Pablo Fernández Blanco

FUENTE: LA NACIÓN