El pasado 28 de mayo, el gremio de la Sanidad y casi la totalidad de las Cámaras que agrupan a clínicas, sanatorios, hospitales de comunidad, centros de diagnóstico, odontólogos, especialistas en salud mental, por nombrar solo algunos de los que integran el sistema privado de salud, acordaron un aumento de sueldo para los meses de mayo, junio y julio que ya fue homologado por la Secretaría de Trabajo. ADECRA se abstuvo de firmar dicho acuerdo.
Las principales Cámaras que agrupan al sector prestacional del sistema de salud privado de la Argentina y el gremio de la Sanidad firmaron una recomposición de los salarios del 10%, 9% y otro 9% para los meses de mayo, junio y julio, respectivamente.
Este acuerdo del orden del 28,8% se suscribió muy a pesar de la situación de quebranto que muchos prestadores del sistema están atravesando, pero entendiendo -por sobre todas las cosas- las necesidades innegables que enfrentan los trabajadores de la salud, afectados por la licuación de sus salarios, los aumentos de precios de la canasta básica y la consecuente pérdida del poder adquisitivo.
Como se ha venido advirtiendo desde la Unión Argentina de Salud –entidad que nuclea no sólo a las empresas de medicina prepaga, sino a todo el sistema de salud privado del país en el que deben incluirse sanatorios, clínicas, hospitales de comunidad, institutos de diagnóstico, laboratorios de análisis clínicos, entidades con y sin fines de lucro, etc.-, el conjunto del sistema (prestadores y financiadores) está atravesando, desde hace décadas, un dramático desfinanciamiento, como consecuencia de las medidas y regulaciones que los sucesivos gobiernos han tomado y que, lejos de mejorarlo, lo ha ido sumergiendo en una crisis sin precedentes que lo acerca día a día a un escenario de no sustentabilidad.
El sector prestacional, particularmente, no tiene ya márgenes para enfrentar ni siquiera el corto plazo. Más de 5000 establecimientos de salud podrán ser plausibles de ejecuciones por parte de la AFIP -a partir del mes de agosto- como consecuencia de deudas previsionales e impositivas. Aunque parezca increíble, y aún cuando fue repetido incansablemente, hay instituciones de CABA, Provincia de Buenos Aires y de la totalidad del interior del país que en muy poco tiempo no podrán honrar compromisos básicos, situación que -obviamente- impactará directamente sobre la atención de los pacientes. La ecuación económico-financiera de las entidades está rota y se requieren medidas urgentes para no llegar a límites de los cuales no se podrá volver.
El capital humano es el recurso más importante de este sector. No poder afrontar en tiempo y forma su costo implicará poner en riesgo la continuidad de las instituciones y un empleador que desaparece cambia el eje de la discusión: de mantener el salario real, la preocupación pasa por el drama de mantener el puesto de trabajo.
El Estado, y por Estado entendemos a los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial deben ser consciente de la necesidad de apoyar a uno de los sectores más importantes de la sociedad, el que atiende a más del 70% de la población argentina en uno de los temas más sensibles que es la salud. Nos es imposible quedarnos callados frente a la responsabilidad que tenemos con los argentinos que vienen a atenderse a nuestras instituciones y que -de no modificarse urgentemente esta situación- se verán afectados directamente.
La Unión Argentina de Salud es una organización apolítica, que se ha puesto a disposición de los sucesivos gobiernos para generar acciones que permitan la sustentabilidad del sistema en su conjunto. Los problemas del sector privado de salud no son distintos al de las obras sociales en todas sus variantes y al del sector público. Lideramos a un grupo de organizaciones que priorizan sobre todas las cosas el bien común y la continuidad de la existencia del sistema para poder seguir atendiendo a todos los argentinos que confiaron en él.