Se creó la Unión Argentina de Salud

Los representantes del sistema de salud privado argentino, se unieron en una confederación de actores fundamentales del sector, a fin de aunar fuerzas para negociar con el Estado.

Recientemente las ocho cámaras que representan a las empresas de medicina prepaga, clínicas, sanatorios, cooperativas, mutuales y hasta empresas sin fines de lucro, firmaron el Estatuto Social que constituye la Confederación Unión Argentina de Salud (UAS), con el objetivo de darle mayor visibilidad a los problemas que tiene al sistema de salud privado. Periódicamente se van sumando otros actores vinculados a la problemática del sistema.

La misma engloba entre otras a, la Asociación de Entidades de Medicina Privada (ADEMP), la Cámara de Instituciones Médico Asistenciales de la República (CIMARA), la Cámara de Entidades de Medicina Privada de la República Argentina (CEMPRA), la Asociación de Clínicas, sanatorios y hospitales privados de la República Argentina (ADECRA), la Asociación Civil de Actividades Médicas Integradas (ACAMI), la Cámara de Entidades de Diagnóstico y Tratamiento Ambulatorio (CEDIM), la Federación Argentina de Obras Sociales de Personal de Dirección (FAOSDIR), La Federación Argentina de Mutuales de la Salud (FAMSA). 

El objetivo macro de la  UAS es plantear los desafíos profundos que tienen por delante las instituciones que nos representaban de manera aislada e independiente. Siempre estuvimos agrupados en distintas cámaras, pero los problemas que tiene el sector nunca se pudieron encarar a fondo en los últimos 50 años; y esto fue una constante en los distintos gobiernos. Actualmente el sector de la salud privada en la Argentina está resquebrajado y a punto de colapsar. Hace tiempo que queríamos constituir una organización que nos nuclee a todos con una mirada y abordaje integral de los problemas“, aseguró Claudio Belocopitt, presidente de Swiss Medical, de Ademp y del consejo directivo de la UAS.

Del total de la población del país, aproximadamente un 30% recae sobre el sistema público, mientras que el 70% restante se atiende en el sector privado, lo que se traduce en una masa de pacientes y derivados cercana a los 30 millones de personas. No queremos politizar ni pecar de oportunistas. Simplemente buscamos plantarnos desde un rol de mayor fuerza, entendiendo que se trata de la salud, que nos afecta a todo. La salud no tiene precio, pero sí tiene costo, por eso queremos subrayar que se trata de una unión de cámaras, no de empresas“, resaltó Belocopitt.

El principal problema que advierte la UAS, es el gasto creciente que tiene la medicina, producto de una población que cada vez es más longeva y del avance tecnológico, que permite que haya mayores tratamientos, pero más costosos por su complejidad. “Aquí no se está discutiendo que aquellos que deben acceder a un tratamiento no lo hagan, sino el cómo se financia. Tenemos que lograr que el Estado no se desentienda del estatus de la salud del  70% de la población argentina que se atiende en el sector privado“, aseguró Gabriel Barbagallo, representante de la Asociación Civil de Actividades Médicas (ACAMI) y vocero de OSDE .

No planteamos que la gente que necesita un tratamiento no lo tenga, sino cómo se financia. Hay medicamentos con precios exorbitantes. Necesitamos que el Gobierno ayude a que se receten correctamente, que ayude en la financiación o se coloque como un comprador único. Hoy no se acepta ningún límite a la cobertura, es todo libre. Esto no pasa en el mundo. Los países más desarrollados no permiten esto porque el recurso es limitado, no es infinito para la salud“, agregó Belocopitt.

Las clínicas, sanatorios y prestadores independientes, están en alerta por la suba de los costos, que acumularán 15% en el primer semestre. Advierten además, que hay retraso en las inversiones en tecnología y que la situación impactará directamente en el nivel de cobertura a los pacientes. Por otro lado los insumos y la aparatología están dolarizados y, según datos del sector, siguen la tendencia del dólar oficial; en cambio, los medicamentos se mueven en línea con la inflación y las placas y el material de contraste quedan en medio de los dos factores. “El aumento es notable y los prestadores somos verdaderos financiadores del sistema“, define Jorge Cherro, presidente de Adecra, y subraya que los aranceles de la seguridad social, prepagas y Pami “no acompañan“.

Uno de los temas mas relevantes que la UAS le hará saber al Estado es cómo financiar tratamientos que pueden costar un millón de dólares. “Nosotros no discutimos que haya que llevarlo a cabo, sino cómo lo vamos a financiar. Es un debate que nos urge tirar sobre la mesa. Hay medicamentos que valen miles de dólares, tienen costos exorbitantes como sucedió con el Spinraza (para la atrofia muscular espinal), por eso remarco una y otra vez que es imperioso establecer reglas claras. Para eso creamos la UAS y el Estado no podrá mirar más para otro lado“. Dicho medicamento no es un punto de inflexión, sino un emergente. “Hay muchos casos similares quizás menos caros pero más frecuentes“, precisó Barbagallo.

Los prestadores pagamos de contado o a cortísimo plazo y para nosotros hay una mora de entre 30 y 90 días desde la fecha de facturación“, agrega Cherro. El resultado de la ecuación es que hay cierres de clínicas (en Córdoba, por ejemplo, dejaron de funcionar unas 30; el sector es la mitad que en 2004) y un alza en los procesos de quiebra y/o convocatoria de acreedores. De las 300 asociadas a Adecra, 15% transitan esas vías. En el Gran Buenos Aires, en abril hubo movilización de Atsa porque la mayoría de las clínicas y sanatorios argumentaron no poder pagar la suba salarial acordada.

En este sentido, Belocopitt aseguró que las consecuencias del deterioro del sistema ya se perciben en obras sociales y prepagas más pequeñas. “Esto se ve claramente cuando se analiza la situación y queda en evidencia que más del 50% de los prestadores a nivel país están frente a un panorama de extrema dificultad”. Y agregó: “Muchas obras sociales y empresas medianas están corriendo el riesgo de cesación de pagos a sus prestadores. Cuando esto ocurra con una sola de ellas, por la conexión que existe en todo el sistema, se produciría un efecto cascada y se multiplicarían las organizaciones que no pueden hacer frente a sus costos fijos”.

El sistema de salud es muy importante para cualquier sociedad, ocupa un rol fundamental pero parece que esto no se tiene en cuenta porque este tema no logró ocupar un lugar destacado en la agenda pública. Con la creación de la Confederación UAS esperamos poder cambiar esto y establecer perspectivas y mejoras para los próximos 10 años“, comentó el vocal de la UAS Guillermo Lorenzo, del Instituto Argentino de Diagnóstico y Tratamiento (IADT) y de la Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados de la República Argentina (Adecra).

El estatuto firmado busca promover y ejercer la defensa de los intereses de sus asociados ante el Estado, instituciones públicas o privadas de todo tipo y tribunales de la justicia. De este modo, la convicción de la confederación está puesta en cuidar el funcionamiento del sistema de salud: “La situación en algún punto es paradojal: hay pocos sistemas de salud tan buenos e inclusivos como el que tiene Argentina. Ahora, si lo único bueno que se logró construir a lo largo de las décadas lo destruimos, vamos hacia el abismo“, remarcó Belocopitt.

“Estamos en el momento más crítico de la salud, el sistema está deteriorado y es momento de mancomunarnos y ver el problema que se extiende desde La Quiaca a Ushuaia todos juntos”, finaliza Belocopitt.

Buenos Aires, 6 de mayo de 2019 

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