Situación de medicamentos utilizados en UTI

Desde el año pasado los prestadores y financiadores de la salud venimos advirtiendo públicamente acerca de la escasez y las distorsiones que se están dando en los precios de medicamentos analgésicos, sedantes y relajantes musculares indispensables para el tratamiento de pacientes en terapia intensiva. 

La pandemia de COVID-19 generó un inusual aumento en la demanda de estos productos a nivel mundial. Hasta el momento el mercado global tiene dos grandes proveedores principales de estos medicamentos críticos y sus principios activos: China e India.

Este aumento en la demanda y las dificultades de movilidad por los aislamientos generaron dificultades de provisión y escasez en muchos países, así como distorsiones en los precios y el surgimiento de un mercado negro.

En la Argentina esta situación se viene tornando crítica en el marco del aumento de casos por la segunda ola pandémica.

El jueves 22 de abril se firmó un acuerdo entre el Ministerio de Salud de la Nación, laboratorios y distribuidores de fármacos indispensables para pacientes internados en terapia intensiva para establecer un precio máximo de referencia por un lapso de 6 meses.

Los laboratorios representados en la Cámara Argentina de Productores de Medicamentos Genéricos y de uso Hospitalario (CAPGEN) y la Asociación de Distribuidores de Especialidades Medicinales (ADEM) se comprometieron a la provisión de los mismos a precios uniformes a todos los integrantes del sistema de salud.

La medida viene a complementar al Decreto 243/2021 a través de la cual se incluyen a estos medicamentos al listado de insumos críticos que requieren permiso de exportación para la comercialización fuera de la Argentina.

El midazolam para sedación de pacientes, que previo a la pandemia tenía un costo de 38,70 pesos, aumentó 1229%, fijándose luego del acuerdo en $514 (con IVA).  

El atracurium besilato, un relajante muscular, tenía un costo de 138,58 pesos. Tuvo un aumento anual de 428%, llegando a los $732 (con IVA) luego del acuerdo.

El Bromuro de pancuronio, que costaba $53,65 había aumentado su precio un 362%. Se fijó en $205 ($248 con IVA)

Citrato de Fentanilo, que tenía un costo pre-pandemia de 52,20, aumentó 642%. Su precio se fijó en $320 ($387 con IVA).

Las ampollas de propofol 200 mg x20 ml, tenían un precio aproximado, según la marca, de $137 tuvieron un aumento de 524% y se fijaron con un precio de $710 (859,10 con IVA).

(Vale aclarar que, desde el año pasado, según la marca y el producto, se vieron aumentos de 1371%, 945%, 938%,552% y 357%).

* La resolución del día 22/04/21 aclara precios sin IVA. En el presente cuadro los precios tienen IVA ya incluido para poder hacer el comparativo con precios abril 2020

Este grupo de medicamentos esenciales para la vida de los pacientes graves ha tenido incrementos desmedidos en el último año y de algún modo la firma de del acuerdo entre la Secretaría de Comercio Interior, el Ministerio de Salud de la Nación y representantes de la industria farmacéutica los convalida.

La industria farmacéutica ha fijado precios en forma unilateral, sin ningún control regulatorio hasta ahora, basándose en especulaciones, escudados en la devaluación del peso argentino, las dificultades para la importación y la escasez de materia prima a nivel mundial.

Si bien el Ministerio de Salud de la Nación definió por los próximos seis meses fijar precios máximos y únicos en todo el país, este acuerdo llega tarde, y sólo después de que la industria ha asegurado aumentos discrecionales en insumos escasos y críticos.

Pero aun así, incluso con estos aumentos ilógicos, los prestadores y financiadores continuamos teniendo problemas de aprovisionamiento.

De continuar estos faltantes de productos, deberá recurrirse a medicaciones alternativas, situación que no es la ideal para la salud de nuestros pacientes.

El Observatorio de Costos de Salud de la UAS va a realizar un monitoreo de la Resolución conjunta 1/2020 del Ministerio de Salud y la Secretaría de Comercio Interior durante el periodo que tenga vigencia a fin de verificar su cumplimiento en cuanto a los precios y el abastecimiento.

Buenos Aires, 26 de abril del 2021